Jordania

Jordania, blanca por sus casas y roja por sus rocas de Petra y Wadi Rum, dos colores que llenan el paisaje allá donde vas y que hace que este país sea único.

24/07/2005 Aqaba - Petra

Embarcamos y tras 5 horas de vuelo llegamos a Aqaba, única salida al mar de Jordania, allí el calor del que tanto nos habían hablado antes de partir se hizo tangible. Buscamos a la persona de contacto que ya nos esperaba y nos reunimos con el resto de integrantes del grupo. El guía del grupo se llamaba Omman, de madre valenciana y padre jordano, y hablaba a la perfección castellano, él nos acompañaría en la ruta por el país.
Nos montamos en una furgoneta y nos dirigimos rumbo a Petra. Tras dos horas y pico de trayecto llegamos al hotel que estaba ubicado en Wadi Petra, un pueblecillo situado cerca de Petra. Durante las dos horas de trayecto contemplamos las siluetas de las montañas del desierto y el paisaje árido, sin apenas vegetación. Nos sorprendieron las infraestructuras del país, mucho más avanzadas de lo que tenía en mente. La puesta de sol desde el Hotel Grand View de Petra hace honor a su nombre.

25/07/2005 Petra

A la mañana siguiente nos despertamos temprano para contemplar el amanecer tal y cómo nos habían recomendado el día anterior y nos embarcamos rumbo a la misteriosa y espectacular ciudad rosada de Petra, excavada en la roca por los Nabateos. Protegida por impenetrables montañas, Petra fue una floreciente ciudad hasta su conquista por los romanos a principios del siglo II.
La excursión la iniciamos a caballo hasta llegar a la travesía por el desfiladero, llamado Siq. La magia del lugar nos embargó apenas cruzamos el desfiladero y perduró todo el día, cada rincón de la ciudad merece la pena ser recorrido. El primer monumento con el cual nos encontramos fue el Khanzeh (el Tesoro), una suntuosa tumba real conocida por la película "Indiana Jones y la última cruzada" rodada allí. El monumento, aparece de forma inesperada y esto consigue hacer más especial el lugar. Después visitamos el teatro romano y decenas de cámaras funerarias de diversas culturas, casas y cuevas. Por el Cardo Maximus llegamos al Santo Santuarium de Qasr el-Bint.
Antes de comer visitamos El Monasterio, subiendo unos 800 escalones, el esfuerzo de subir allí con el sol pisando los talones merece la pena, no sólo por la visita al Monasterio sino por los paisajes que desde allí se contemplan, diferente a todo, simplemente espectacular.

La visita continuó por cada rincón de Petra hasta el atardecer que regresamos al hotel y contemplamos cómo en menos de un minuto el sol desapareció por las montañas, llenando de encanto el lugar.

26/07/2005 Petra - Madaba - Monte Nebo - Amman

El tercer día partimos hacía Ammán por la Ruta de los Reyes, visitando Madaba, con la Iglesia ortodoxa de San Jorge, donde se encuentra el mapa más antiguo que se conoce del mundo bíblico. En el centro de este mapa de Tierra Santa está Jerusalén.
Continuamos el viaje para visitar el Monte Nebo, Monasterio del s. IV que conmemora el paso de Moisés por estas tierras, desde donde divisó la Tierra Prometida.
A la llegada a Amman realizamos una visita panorámica de la ciudad y por la tarde nos perdimos por las calles de Amman, disfrutando de su cultura y de sus gentes. Sorprende la actividad que se palpa en las calles de Amman, por la tarde las calles estaban rebosantes de gentes, recorriendo las tiendas, los cafés, tuvimos la sensación de total seguridad. Nuestro hotel en Amman fue el Days Inn, muy bien situado en el centro financiero.

27/07/2005 Amman

Amman, la capital de Jordania, se encuentra a unos 40 kilómetros al norte del mar Muerto y se asienta sobre varias colinas de escasa elevación. Los restos más antiguos que se han encontrado se remontan a unos 3.000 años a. C., cuando era la capital de los amonitas a la que denominaban Rabbah. Tras su conquista por el rey Tolomeo II Philadelfus de Egipto, la ciudad pasó a denominarse en su honor Philadelfia. En este enclave se encuentran numerosos restos arqueológicos romanos, otomanos y de otras culturas, que están siendo recuperados por especialistas. Una visita al lugar, sin duda, nos permitirá ver los diferentes restos de las antiguas civilizaciones que pasaron por aquí. La ciudad desapareció prácticamente hacia el año 1.300 por causas desconocidas y fue reconstruida por los otomanos en 1878.
Por la mañana nos mezclamos en el zoco con la gente del país, nos perdimos entre sus tiendas y entre la gran variedad de colorido y olores característicos del país y decidimos ir a ver el anochecer a la Ciudadela, desde allí, con la llamada del rezo de fondo, contemplamos cómo el sol desaparecía entre las colinas que conforman la zona vieja de Amman.

28/07/2005 Jerash - Umm Qais

El quinto día nos alquilamos una furgoneta y nos dirigimos rumbo a Jerash. Jerash está situada a 50 kilómetros al norte de Amman y su linaje se remonta a la Decápolis, liga de las diez ciudades, establecida por los romanos en el año 63 A.C. Es la ciudad romana mejor preservada y, tras Petra, la mayor atracción que ofrece Jordania al visitante.
Sus ruinas se descubrieron en 1806 y, desde entonces, sucesivas excavaciones han dejado al descubierto muchos de sus tesoros arquitectónicos, aunque, se considera que más del 80% de esta ciudad permanece todavía por descubrir.
Después de visitar Jerash nos pusimos rumbo a Umm Qais: el esplendor del pasado. Umm Qais, la antigua Gadara de la Decápolis, que se encuentra situada en una colina dominando una zona fronteriza formada por Israel, Jordania y Siria, frente a los altos del Golan.
Desde la terraza del Resthouse, situado en lo alto de la colina, comimos contemplando una extraordinaria panorámica que abarca la parte norte del valle del Jordán, los Altos del Golan y llega, incluso, hasta el bíblico Mar de Galilea, el actual Lago Tiberiades. Durante el invierno, en días claros, se puede incluso ver la cumbre cubierta de nieve del monte Hermon. Por este enclave pasaron Alejandro Magno, los seleúcidas, los romanos, el Imperio Bizantino y finalmente los árabes. Cada civilización dejó su huella cultural en esta tierra que hoy se puede contemplar en forma de restos arqueológicos: los diferentes teatros, la Basílica o los baños públicos son algunas de las obras que dan fe de la importancia que la ciudad tuvo en el pasado. Sus esbeltas columnas de basalto negro, que dominan todo el paso natural del valle del Jordán, son un auténtico sello de identidad.
De regreso a Amman recorrimos el valle del Jordán. Paramos a tomar un té árabe por gentileza de unos jordanos (con una especie que se llama carmamomo y que a algún estómago no sentó muy bien ;-)). Cada escasos kilómetros había un puesto fronterizo, por la proximidad con Israel. Cuando menos ¡imponente!. Pasamos por el Batan, dónde fue bautizado Jesucristo con aguas del Jordán y paramos para ver otro espléndido anochecer a orillas del Mar Muerto, dónde el reflejo del sol en las distintas salinidades del agua son dignas de ver y disfrutar.

29/07/2005 Amman - Mar Muerto - Wadi Rum

Con el sexto día se colmaron las expectativas de un viaje que estaba siendo ¡perfecto!. Partimos hacia el Mar Muerto, uno de los puntos más bajos de la tierra, sin ningún otro turista que rompiera la calma del lugar, nos dimos un baño y disfrutamos de la salinidad del agua con un efecto de flotabilidad impresionante. Nos dimos los barros con propiedades curativas y cuando el calor sofocante se empezó a hacer tangible, partimos hacia Wadi Rum, el mítico desierto de Lawrence de Arabia, allí realizamos una excursión por el desierto en vehículos todo terreno. Es este un lugar realmente espectacular ya que su orografía es auténticamente inigualable. El área del Rum engloba cientos de kilómetros cuadrados y acoge cumbres que alcanzan los 1.750 metros de altura en elevaciones montañosas que muestran paredes lisas como la palma de la mano. Todo el territorio está castigado por la erosión y algunas formaciones pétreas parecen cera derretida bajo el intenso sol del desierto. Cañones, desfiladeros, puentes de piedra, rocas veteadas de colores y un mar de dunas rojas, ocasionalmente horadadas por las huellas de los vehículos, componen un paisaje lleno de esplendor.

Desde la mitad del desierto admiramos la puesta de sol en un bello paisaje lunar. Cenamos y dormimos bajo una tienda beduina enclavada en un desierto beduimo, altamente recomendable para todos aquellos que están, al igual que nosotros, acostumbrados al mundanal ruido. Aquello es otro mundo, el silencio del desierto, la claridad de las estrellas, el cielo nocturno nítido, una experiencia difícilmente igualable en intensidad.

30/07/2005 Wadi Rum - Aqab

No olvidaremos el amanecer en el desierto, en silencio, en una paz total…¡¡maravilloso!!
Del desierto nos trasladamos a Aqaba, situada en el golfo del mismo nombre en el mar Rojo. Aqaba es una pequeña ciudad de pescadores situada en la ribera del río Jordán. Su puerto de aguas profundas es anterior incluso al tiempo de los romanos y ya entonces, como ahora, era un centro de descanso debido a sus agradables temperaturas. Es un lugar de fuerte contraste con el resto del territorio jordano ya que sus fondos marinos están considerados entre los más espectaculares del mundo. Sus arrecifes están adornados con una gran variedad de corales y peces. En sus aguas se pueden admirar algunas de las especies coralinas más extraordinarias y variedades de peces tales como el pez payaso, el pez loro o los curiosos peces trompeta.
Nosotros habíamos ido preparados con nuestro kit de snorkel, así que nos desplazamos hasta una playa de la costa jordano y allí nos mezclamos con ellos para hacer inmersiones y contemplar la magia de los arrecifes de coral del fondo marino.
Fue en la playa dónde el contraste cultural se hizo más tangible, ya que allí las mujeres van cubiertas de pies a cabeza y nosotros con nuestros bañadores fuimos el centro de atención, pero siempre manteniendo el respeto.

Nuestro hotel en Aqaba fue el Radisson Aqaba.

31/07/2005 Aqaba

¡Último día! Cómo todo lo bueno se acaba, llegó el día de embarcar y regresar a España, con la experiencia de haber conocido un país diferente, lleno de encanto, altamente recomendable.